Chillihua

En Chillihua, provincia de Melgar (Puno), a 5,000 metros sobre el nivel del mar vive una comunidad noble y trabajadora dedicada a la cría de camélidos. Un pueblo donde la belleza de los pastos naturales, el aire sagrado de los Andes y los cielos azules nos hacen olvidar por un instante las condiciones climáticas extremas a las que se enfrentan sus habitantes cada día.

Los criadores de alpaca de este enclave único, mujeres, hombres y niños comparten la visión de la naturaleza y los mismos valores de trabajo colectivo que heredaron de sus antepasados. Las 40 familias de Chillihua mantienen vivas las tradiciones milenarias transmitidas durante generaciones de padres a hijos. Su respeto y amor por su entorno natural les permite ser los guardianes de un ecosistema único. Así, unidos a la tierra y a sus 15,000 alpacas por un lazo mágico honran sus raíces y preservan la armonía de la puna húmeda.

La comunidad de Chillihua es un agente activo en la lucha contra la minería ilegal y en la preservación de especies amenazadas como el cóndor, la vizcacha y la vicuña. Su labor es esencial para la protección de la Yacumama, el agua madre vital para el equilibrio de todo su hábitat.

Los alpaqueros se sienten orgullosos de poder trabajar en familia. Saben que la fuerza está en el trabajo en equipo y por eso han formado la Asociación de Criadores de Alpacas. Un grupo que se dedica a implementar instalaciones educativas y sanitarias, gestionar y procesar los recursos hídricos o mejorar las viviendas.